BUSCANDO LA PAZ INFINITA
Los seres humanos actualmente tenemos un período de vida de más o menos 70 años, el cual se va reduciendo al pasar los años. Una gran parte de nuestra vida la pasamos en nuestra niñez y otra gran parte en el sueño; recargando nuestro cuerpo material de energía vital en otros planos.
Todo sufrimiento es resultado de tus malas acciones en vidas pasadas y que ahora estamos algunos saldando esas deudas que quedaron grabadas en el Manas, hasta lograr el equilibrio del cosmos y otros tantos alcanzando su conexión con su ser superior y culminando así su proceso de reencarnación.
Para poder lograr un mejor entendimiento vamos a repasar lo que se conoce como karma:
El Karma es el juez de nuestros actos, es la energía
transcendente e invisible que se deriva de nuestros comportamientos y que va
acumulando consecuencias y pagos conforme a ellos.
Muchas veces nos pasamos buscando nuestra felicidad, esa felicidad que parece desvanecerse a tu alrededor, cuando vez a cada miembro de tu familia, cada uno con un problema distinto. Unos con problemas íntimos, otros que no supieron educar a sus hijos y ahora pagan sus consecuencias, y así, cada quien llorando y lamentándose de su desdicha.
Solo sobreviven los que creen en algo más, los que ponen su fé en algo y no miran nada más. Los que se empeñan a pesar de todas las dificultades de esta corta, pero que a la vez parece muy larga vida, en querer conseguir esa estabilidad emocional.
Aveces nos preguntamos si en verdad existe la felicidad. Si en verdad vinimos a este mundo a ser felices o a ser simplemente una veleta que gira con el viento que es manipulado por alguien mas. Cada vez me convenzo más de que el Karma es algo real y que pasa sin que te des cuenta. Solo cuando te paras por un momento a meditar si en verdad lo que estas haciendo es lo correcto o solo lo haces por querer complacer a esa otra persona con la que tu te sientes bien, dejando a un lado la parte espíritual, perdiendo así nuestra fé en nosotros mismos y en nuestra autorealización.
Alguien que desea verdaderamente hacerse feliz debe abandonar todo deseo insatisfecho y necesita saber que ellos son la razón de todas tus perturbaciones.
Abandonar todo deseo como un ave abandona su nido enseguida crecen sus alas y meditar en el ser supremo.
Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin
problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Estar en paz significa que a pesar de
todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón.
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